Hidrógeno: la flota de pilas de combustible del COI estimula el interés por la movilidad sostenible

Como parte de su estrategia global de sostenibilidad, el Comité Olímpico Internacional ha invertido, junto con su socio olímpico mundial Toyota y la solución eficiente Solar Impulse Atawey, en una flota de hidrógeno y una estación de servicio de hidrógeno en su sede de Lausana (Suiza). El éxito del experimento ha despertado el entusiasmo local por el hidrógeno.

Desde el exterior, no hay nada realmente destacable en esa caja independiente de 2x3 metros situada en el aparcamiento de la flamante sede del COI. La verdadera maravilla, sin embargo, ocurre en el interior: con nada más que agua y electricidad renovable, este contenedor produce hidrógeno verde para la flota de vehículos de pila de combustible del COI.

A la hora de diseñar su nueva sede a orillas del lago de Lausana, la sostenibilidad fue el principal objetivo de la principal organización deportiva del mundo. Desde el uso de la energía, la calefacción, el uso del agua o la gestión de los residuos y el bienestar de los empleados, se examinaron cuidadosamente todos los aspectos del edificio. Hoy, la Casa Olímpica es incluso conocida como uno de los edificios más sostenibles del mundo.

"La sostenibilidad es uno de los principales pilares de la Agenda Olímpica 2020, y este edificio era un símbolo perfecto de nuestro compromiso con la sostenibilidad"Marie Sallois, Directora de Desarrollo Corporativo y Sostenible del COI

A la hora de estudiar su flota de vehículos, que transportan a algunos de los invitados del COI, la organización decidió estudiar el hidrógeno como posible solución, gracias a sus propiedades de cero emisiones, amplia autonomía y rápido repostaje. Además de las ventajas técnicas, Toyota es socio olímpico mundial del COI y uno de los principales fabricantes de vehículos de pila de combustible del mundo, lo que convierte al hidrógeno en una opción obvia para la flota de la organización olímpica.

Atawheel, una tecnología limpia etiquetada por la Fundación Solar Impulse, fue elegida para proporcionar la estación de hidrógeno. Desarrollada por la empresa francesa Atawey, esta estación de servicio produce in situ hidrógeno ecológico gracias a una tecnología patentada de electrólisis del agua. La estación, que sólo necesita agua y electricidad para funcionar, puede producir y suministrar el equivalente a 70.000 km anuales de recorrido para los 8 vehículos de pila de combustible Toyota Mirai del COI.

La elección de esta tecnología fue tanto una forma de que el COI redujera su huella de carbono como de suscitar un debate sobre este nuevo vector energético que podría descarbonizar el sector del transporte.

"Además de reducir nuestras emisiones de carbono, vimos los vehículos de hidrógeno Toyota Mirai y la estación de servicio como una forma de avanzar en el debate sobre la sostenibilidad y fortalecer el papel del Movimiento Olímpico para inspirar un cambio positivo", dijo la Directora de Desarrollo Corporativo y Sostenible del COI, Marie Sallois.

Aunque la estación del COI alimenta actualmente una flota de 8 vehículos, el proyecto ha despertado el interés local por la tecnología del hidrógeno. La estación, que es fácil de trasladar, se ha trasladado recientemente a la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), apoyando los proyectos de investigación sobre el hidrógeno de la universidad. Según Hubert Girault, profesor de la EPFL, el experimento también está inspirando a otras empresas locales a cambiar su flota corporativa por el hidrógeno:

"Fue un paso pionero y una gran declaración la instalación de una estación de servicio de hidrógeno para una flota privada. El COI tuvo un gran impacto, y ahora las grandes empresas de la zona están considerando cambiar también al hidrógeno".

Gracias a este tipo de experimentos, Suiza se está convirtiendo rápidamente en un actor importante en el desarrollo de los vehículos de hidrógeno. El país europeo tendrá 6 estaciones de servicio de hidrógeno operativas a finales de año, una de las cuales estará a pocas manzanas de la sede del COI. Esto hará posible que los conductores viajen de frontera a frontera en un vehículo de pila de combustible, sin emitir nada más que vapor de agua.

Sustituir las emisiones de CO2 de los vehículos por vapor de agua es, en efecto, la grandiosa promesa del hidrógeno. Gracias al Comité Olímpico Internacional y a las empresas que siguen su ejemplo, ese sueño puede estar un paso más cerca de hacerse realidad.