Bound4Blue, velas rígidas para hacer del aire el nuevo combustible

El Balueiro Segundo es un típico barco de pesca. Construido en 2001, este palangrero rojo brillante de 40 metros pertenece a Orpagu (Organización de Palangreros Guardeses), una organización española de palangreros. El Balueiro Segundo está a punto de sufrir un cambio radical: a finales de año se convertirá en uno de los primeros barcos a motor del mundo en utilizar una vela rígida.

Esta vela rígida es una tecnología innovadora de la startup Bound4Blue, con sede en Barcelona, y una solución etiquetada como Solar Impulse Efficient Solution. Su ingenioso sistema utiliza la fuerza del viento como propulsión complementaria para producir un empuje eficaz, reduciendo así tanto el consumo de combustible como las emisiones contaminantes.

En el Balueiro Segundo, la vela consistirá en un mástil vertical de 20 metros atornillado a un soporte en la cubierta principal del barco, en la popa, y será completamente autónoma y plegable. La vela se orienta para maximizar las prestaciones en cualquier dirección del viento: "En realidad se parece más al ala de un avión que a una vela tradicional", dice Cristina Aleixendri, cofundadora y directora de operaciones. No es de extrañar, ya que los cofundadores son todos ingenieros aeroespaciales. Una vez instalada esta nueva vela, el consumo de combustible del Balueiro Segundo debería reducirse en un 20%, lo que podría ahorrar a los propietarios más de 70.000 euros en gastos de combustible cada año.

Al reducir el consumo de combustible y hacer que el transporte marítimo sea más eficiente y sostenible, Bound4Blue podría ser una solución a los numerosos retos a los que se enfrenta la industria marítima. Desde hace tiempo se señala al sector como uno de los mayores contaminantes del mundo: "Los buques son responsables de aproximadamente el 3% de las emisiones globales de CO2 y GEI (CO2-eq), emitiendo aproximadamente 1.000 millones de toneladas de CO2 y GEI al año", según un reciente informe del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT). La principal razón de tal impacto ambiental es que el principal petróleo utilizado por los buques es el fuel-oil pesado (HFO), que emite óxidos de azufre (SOx), especialmente contaminante y dañino. Y como el 90% de la carga mundial se transporta por mar, el sector marítimo es fundamental para el comercio mundial.

Sin embargo, la Organización Marítima Internacional está contribuyendo a los esfuerzos globales para abordar el cambio climático imponiendo regulaciones más estrictas sobre las emisiones de GEI del sector. En abril de 2018, anunció su objetivode"reducir el total de las emisiones anuales de GEI en al menos un 50% para 2050 en comparación con 2008 y, al mismo tiempo, proseguir los esfuerzos para eliminarlas por completo". También ha anunciado que, a partir de enero de 2020, el límite de azufre en el fueloil se reducirá al 0,50% m/m (masa por masa), desde el 3,5% actual(Azufre 2020).

"Esta nueva normativa está obligando al sector marítimo a reaccionar rápidamente. Las empresas marítimas están utilizando la innovación como forma de cumplir con estas nuevas normas", afirma Cristina Aleixendri. Pero Bound4Blue está preparada para la demanda: "nuestro sistema wingsail puede integrarse en cualquier tipo de buque".

¿Próximos pasos para Bound4Blue? Una vez entregadas las primeras unidades, escalarán su sistema a nivel mundial: "También queremos cerrar nuestra próxima ronda de financiación y ganar visibilidad", dice Cristina. La Solar Impulse Foundation les ayudará a promocionar su solución y a convertir la energía eólica en el nuevo combustible del transporte marítimo.