Cleancup, la lucha contra la contaminación por plásticos, vaso a vaso

En noviembre de 2018, una ballena muerta que llegó a la costa en el este de Indonesia fue noticia y conmovió a la opinión pública de todo el mundo. Qué tenía de especial este mamífero marino de 31 pies? Se encontró una enorme cantidad de residuos de plástico en su estómago, incluidos 115 vasos de plástico desechables. Una gran víctima de un problema aún mayor: el plástico desechable.

El mundo es adicto al plástico desechable. Y los vasos son sólo la punta del iceberg. Se encuentran prácticamente en todas partes, en la máquina de café de la oficina, en la cafetería, en las estaciones de tren, en los espacios públicos, en las salas de espera... ¡En todas partes! Se calcula que cada año se utilizan 500.000 millones de vasos de plástico desechables en todo el mundo, que se tiran casi inmediatamente después de su uso. ¿Y adivina dónde acaban? En los vertederos y en los océanos, principalmente. Teniendo en cuenta que los vasos de plástico tardan unos 500 años en desintegrarse en el medio ambiente, hemos creado un lío de larga duración. Y la contaminación por plástico no es el único problema: según un estudio del MIT, cada vaso de plástico contiene aproximadamente 3,2 g de gasolina. En 2050, el plástico podría representar el 20% del uso mundial de petróleo.

El gran problema de los vasos de plástico es que son difíciles de reciclar. Sorprendentemente, sólo el 1% de los vasos de plástico entran en un proceso de reciclaje. Por eso se han convertido en un problema tan importante.

CleanCup, una solución desarrollada por la startup francesa CEDIN y recientemente etiquetada por la Fundación Solar Impulse, ha tenido una idea innovadora para luchar contra el plástico desechable: si los vasos no se pueden reciclar, ¿por qué no reutilizarlos?

"Un día, mientras estaba sentado en la cafetería de mi universidad, me di cuenta de que la gente cogía un vaso de plástico, bebía un sorbo y lo tiraba. Y la misma persona volvía a la cafetería más tarde, iba a la misma fuente, cogía otro vaso, bebía otro sorbo y tiraba el vaso. Me molestó mucho ver todos esos vasos desechados".
recuerda Eleonore Blondeau, fundadora y directora general de CleanCup.

CleanCup ha desarrollado un dispensador de vasos reutilizables. El concepto es muy sencillo. Se deposita un euro en la máquina, se obtiene un vaso (que se puede personalizar con el logotipo de la empresa), se llena de agua (hay una fuente integrada directamente en la máquina) o de lo que se desee, y se vuelve a depositar el vaso en la máquina para que se limpie automáticamente, in situ. CleanCup se dirige principalmente a las empresas, pero también pretende expandirse a los campus universitarios y a los espacios públicos.

La empresa ya ha instalado 3 de sus dispensadores y ha ganado muchos premios por su innovación.

Además de soluciones como CleanCup, la cuestión de los plásticos desechables tiene que ir, obviamente, de la mano de la normativa pública. La buena noticia es que, en todo el mundo, muchos países han decidido hacer frente a los plásticos de un solo uso y los están prohibiendo:

• Francia ha votado la prohibición de los cubiertos, platos y vasos de plástico para el 1 de enero de 2020.
• El Reino Unido ha anunciado planes para prohibir los plásticos de un solo uso, como pajitas, bastoncillos de algodón y agitadores, para 2020.
• El Parlamento Europeo ha votado a favor de la prohibición total de una serie de plásticos de un solo uso en toda la Unión.
• Un informe de ONU Medio Ambiente y WRI reveló que de los 192 países encuestados, 127 (o el 66%), han aplicado algún tipo de política para regular las bolsas de plástico.
• Las ciudades se están sumando a la lucha prohibiendo el uso de plásticos individuales, como Los Ángeles, que ha prohibido las pajitas de plástico.
• En Kenia, el uso, la producción o la venta de una bolsa de plástico se castiga con cuatro años de cárcel o una multa de 38.000 dólares.