Noticias - 7 de agosto de 2024

Objetivos cero, manos cualificadas: El reto laboral de Europa

- Foto de Shutterstock

Escrito por Alessandro Gaillard 4 min lectura

Información

Esta página, publicada originalmente en inglés, se ofrece en español con la ayuda de traductores automáticos. ¿Necesita ayuda? Póngase en contacto con nosotros

A medida que Europa avanza hacia un futuro más ecológico, una plétora de profesionales cualificados será esencial para impulsar este cambio. No sólo se necesitan ingenieros y fabricantes visionarios; los contratistas eléctricos y mecánicos, responsables de las instalaciones eléctricas y mecánicas, son igualmente cruciales. Piense, por ejemplo, en su electricista o fontanero local. Estas profesiones engloban a millones de trabajadores, muchos de los cuales operan dentro de pequeñas empresas o como contratistas independientes, aunque también hay algunos grandes actores. Sus funciones evolucionan rápidamente a medida que integran tecnologías avanzadas como paneles solares, bombas de calor y cargadores de vehículos eléctricos, adaptándose al mismo tiempo a la electrificación generalizada de la sociedad. Sin embargo, sigue existiendo un problema acuciante: ¿cómo encontrarán estas profesiones suficientes trabajadores cualificados para satisfacer la demanda, en rápido crecimiento, de edificios e infraestructuras aptos para la transición energética? Esta cuestión, preocupante pero apasionante, es abordada conjuntamente a escala europea por sus respectivas asociaciones EuropeOn (que representa a los contratistas eléctricos) y GCP Europe (que representa a los contratistas de HVAC y fontanería).

Solar Impulse : Hoy en día, numerosos sectores de la economía sufren escasez de mano de obra. ¿Por qué preocuparnos entonces especialmente por las profesiones de instalador eléctrico y mecánico?

EuropaEn: Todos sabemos que Europa se ha comprometido a seguir la senda de una transición energética ecológica y digital, y así lo ha confirmado la reciente reelección de la Presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen. Además, es esencial que los europeos puedan vivir de forma cómoda, asequible y segura. Pero este cambio no puede surgir si nadie lo hace realidad de forma concreta. A diferencia de muchas otras actividades, las instalaciones eléctricas y mecánicas son directamente responsables del despliegue de las tecnologías avanzadas que reducirán las emisiones de carbono y mejorarán la eficiencia energética. Nuestros miembros operan en el extremo de la cadena de valor, llevando estas tecnologías limpias a hogares, oficinas, administraciones públicas, instalaciones de ocio e infraestructuras. Tanto si se trata de instalar paneles solares en los tejados como de implantar soluciones de calefacción eficientes, es imprescindible contar con profesionales competentes.

La escasez de trabajadores cualificados en nuestras profesiones supone un riesgo importante para la consecución de los objetivos industriales y medioambientales y obstaculiza el avance general hacia una economía sostenible y competitiva.

Otra razón de peso para arrojar luz sobre la escasez de mano de obra que denunciamos es que tenemos notables oportunidades profesionales que ofrecer. La transición energética es un proceso a largo plazo, por lo que nuestros empleos no sólo evolucionan rápidamente, sino que también son seguros a largo plazo. Siempre habrá demanda de profesionales de la electricidad y la mecánica, que a menudo consiguen un empleo incluso antes de licenciarse. Las nuevas tecnologías hacen que estas profesiones sean dinámicas y altamente cualificadas. Nuestro campo debería atraer a estudiantes que deseen contribuir de forma tangible a la lucha contra el cambio climático y/o posean espíritu emprendedor. Por ejemplo, se puede crear una empresa para equipar viviendas con bombas de calor conectadas a sistemas solares fotovoltaicos.

Por último, nuestros empleos no son deslocalizables: prestamos servicios esenciales en edificios e infraestructuras en todo el territorio europeo, tanto en zonas urbanas como rurales.

Todo esto parecen grandes argumentos para unirse a este tipo de oficios, así que ¿por qué no está ocurriendo?

BPC Europa: Está ocurriendo. Los contratistas eléctricos y mecánicos participan activamente en la transición ecológica y digital y su mercado sigue creciendo. Las soluciones ofrecidas a los usuarios finales también siguen ya el camino de la evolución tecnológica. Están surgiendo nuevas empresas y nuevos trabajadores se están formando y mejorando o recualificando. Pero este cambio es demasiado lento.

Tres grandes problemas impiden la necesaria aceleración: cuestiones culturales, educativas y económicas.

Desde el punto de vista cultural, los empleos de electricidad, mecánica y climatización carecen del atractivo necesario para contratar a suficientes trabajadores nuevos y motivados. Esto puede observarse en toda Europa y está relacionado con la creencia profundamente arraigada de que los estudios y trabajos técnicos son "vías de relegación" en el desarrollo profesional. Esta creencia empuja a muchos padres (¡y profesores!) a alejar a los jóvenes de nuestras profesiones y tiene efectos perjudiciales duraderos.

Desde el punto de vista educativo, esta creencia se refuerza y materializa: las escuelas y programas técnicos suelen estar obsoletos, las tasas de abandono son elevadas, los profesores perciben salarios más bajos que en el mundo académico.

En el plano económico, los servicios que prestan nuestras profesiones son de carácter esencial para los particulares y las empresas. En consecuencia, la demanda de los usuarios finales es naturalmente muy fuerte. Debido a los demás problemas mencionados, ya se ha creado un vacío estructural con una oferta demasiado baja en condiciones normales de mercado. Como cada vez hay más usuarios finales dispuestos a surfear la ola de la transición, esta brecha sigue creciendo. Esta brecha se ampliará aún más si la demanda se ajusta a los ambiciosos objetivos climáticos y energéticos adoptados a nivel de la UE.

¿Qué pueden hacer los responsables políticos para mejorar esta situación?

EuropeOn : Lo más importante es que los responsables políticos empiecen a reconocer la gravedad de la situación y hagan de la resolución de este problema SU prioridad. Tanto el statu quo como las políticas que conducen a una mejora marginal de las condiciones del mercado (mediante la participación ilusoria de otros agentes del mercado) no les permitirán cumplir los objetivos climáticos y energéticos a los que se han comprometido. Además, deben ver este reto como una oportunidad para crear puestos de trabajo esenciales a largo plazo.

A continuación, deben abordar las causas culturales, educativas y económicas que hemos presentado.

El cambio cultural necesario requiere un cambio de mentalidad por parte de alumnos, padres y profesores, lo que significa que es un esfuerzo a largo plazo que debe iniciarse ahora. Hacer que los trabajos de electricidad, mecánica y climatización sean más atractivos para los trabajadores potenciales implicaría transmitir repetidamente nuevos mensajes positivos sobre nuestras trayectorias profesionales (posiblemente vinculándolos a las aspiraciones de convertirse en campeones de la transición ecológica y digital) en todos los estratos del sistema educativo (desde la guardería hasta los estudios superiores) y del sistema de búsqueda de empleo. Para ello sería necesaria la colaboración de los responsables políticos a todos los niveles. Esta tarea podría verse apoyada por un cambio claro en la comunicación pública llevada a cabo por las autoridades, destacando la verdadera importancia de nuestras profesiones y concediendo ayuda financiera para crear o ampliar las campañas de promoción pertinentes.

La enseñanza técnica debe convertirse en una alternativa real al mundo académico, con planes de estudios actualizados y medios financieros para proporcionar equipos de última generación y profesores mejor pagados que formen a los estudiantes en las últimas innovaciones.

En el aspecto económico, los responsables políticos pueden desencadenar resultados más rápidos. Para ello, no sólo deben tener en cuenta el lado de la demanda, sino también el de la oferta. Durante demasiado tiempo, los responsables políticos han esperado que estimular la demanda (por ejemplo, apoyando económicamente a los usuarios finales) impulsaría de forma natural la oferta. Por desgracia, como ya se ha explicado, la oferta sólo ha crecido más lentamente y ahora la brecha entre la oferta y la demanda ha aumentado enormemente.

Entonces, ¿cómo podrían los responsables políticos apoyar la oferta?

BPC Europa En primer lugar, iniciando o apoyando una evaluación cuantificada de las necesidades de mano de obra para cumplir los objetivos climáticos y energéticos legalmente establecidos, país por país. Este ejercicio será decisivo para reformar la educación y la formación. Este esfuerzo ya está previsto en la Directiva revisada sobre eficiencia energética[1], pero debe integrarse en todos los ámbitos pertinentes para una aplicación eficaz de los objetivos del Pacto Verde.

En segundo lugar, mejorando el entorno empresarial de nuestras profesiones, haciendo que determinadas obligaciones de información requieran menos tiempo y sean menos costosas, especialmente para nuestras empresas más pequeñas. Por ejemplo, unas políticas de digitalización bien diseñadas pueden ayudar a nuestras empresas a cumplir sus obligaciones de información ESG de manera más eficiente e informar a los usuarios finales sobre el rendimiento de sus instalaciones con mayor precisión. Tales políticas acompañarían, en lugar de socavar, la productividad de nuestras empresas.

Por último, y lo que es más importante, los responsables políticos deben orientar sus mecanismos de apoyo financiero hacia el lado de la oferta. Esto podría hacerse de varias maneras, pero debería tener como objetivo incentivar a las empresas instaladoras para que presten los servicios más acordes con la consecución de los objetivos climáticos y energéticos. Hoy en día, las carteras de pedidos de nuestras empresas están llenas con un año de antelación, por lo que tienen poco tiempo e imperativo para perfeccionarse.

El apoyo debe estar bien dirigido. Un defecto común al que asistimos cada vez más es la promoción de una miríada de nuevos planes de formación que van en todas direcciones. Por un lado, suelen producir perfiles muy especializados ("soluciones rápidas") que no resultan muy atractivos, son fácilmente desechables y a veces conducen a situaciones en las que las personas no son suficientemente competentes, con enormes riesgos para la seguridad y la reputación. Por otra parte, como ya se ha señalado, las empresas más pequeñas no tienen tiempo ni medios para mejorar la cualificación de su mano de obra y necesitarían algún tipo de compensación económica para incentivarlas.

Para el diseño óptimo de políticas de apoyo "centradas en la oferta", recomendamos en general que los responsables políticos entablen un diálogo con las asociaciones sectoriales europeas y nacionales.

[1] La DEE revisada establece que, antes del 31 de diciembre de 2024 y cada cuatro años a partir de esa fecha, los Estados miembros deben evaluar la diferencia entre los profesionales disponibles y los que se demandan (artículo 28) - más información en: EuropeOn (2024): A Checklist for Assessing the Green Workforce - Directrices EuropeOn para la aplicación de las disposiciones sobre mano de obra de la Directiva sobre eficiencia energética.

Escrito por Alessandro Gaillard en 7 de agosto de 2024

¿Le gusta este artículo? Compártalo con sus amigos