Opinión - 27 de junio de 2022

¿El clima está cambiando? Las leyes también deben hacerlo.

Escrito por Bertrand Piccard 4 min lectura

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Ahora que han sido elegidos, ¿qué harán los nuevos diputados franceses en la Asamblea Nacional? Legislar. Su función es aprobar textos legislativos destinados a enmarcar los comportamientos y garantizar la vida en sociedad, ya sea en materia de educación, salud, seguridad, impuestos, movilidad, etc.

Pero, ¿podrán colmar la enorme laguna que aún existe en materia de protección del medio ambiente? En la actualidad, las leyes siguen permitiéndonos derrochar energía y recursos naturales, producir tantos residuos y emitir tanto CO2 como queramos. Hasta el punto de que los contaminadores esquivan las críticas respondiendo que respetan las normas vigentes. Es cierto que lo que hacen es legal. Esto es lo que debe cambiar.

¿Por qué este retraso legislativo? Porque hasta ahora no había soluciones técnicas para hacerlo mejor sin frenar la maquinaria económica. ¿Quién se atrevería a poner en peligro el empleo y el PIB por razones ecológicas?

Afortunadamente, hoy ya no es así. En Francia hay cientos de sistemas, productos, materiales, dispositivos, fuentes de energía, que permiten sustituir lo que contamina por lo que protege el medio ambiente. Como son eficaces y reducen los residuos, mejoran el poder adquisitivo. Eso cambia la situación. Cuando el clima cambia, también deben hacerlo las leyes. Dado que hay una gran cantidad de soluciones innovadoras y económicamente rentables, es necesario modernizar las normas y los estándares para facilitar su aparición en el mercado.

Si queremos que las empresas francesas se desarrollen y creen puestos de trabajo, no basta con impulsar las innovaciones con incubadoras y becas, sino que hay que arrastrarlas al mercado creando una necesidad que anime a los consumidores a utilizarlas.

Por eso decidí, con la Fundación Solar Impulse, lanzar la campaña "Prêt à Voter" (listo para votar). ¿El objetivo? Ofrecer a los diputados y senadores 50 recomendaciones legislativas "llave en mano" para modernizar el arsenal legislativo, poner en práctica soluciones concretas demasiado a menudo desconocidas y dar así a la innovación el lugar que merece en el hemiciclo. No se trata tanto de prohibiciones como de formas de promover comportamientos más virtuosos gracias a la tecnología: aumentar la cuota de soluciones innovadoras en la contratación pública, promover la transformación de residuos en material de construcción, recuperar el calor residual de las chimeneas de las fábricas, utilizar los coches eléctricos como almacenamiento de energía solar y eólica, fomentar la energía geotérmica, reducir la contaminación de los motores térmicos, por citar sólo 7 de las 50.

Lejos de querer sustituir a los legisladores, queremos facilitar su trabajo. En forma de recomendaciones, presentamos hipótesis jurídicas y proponemos acciones adaptadas a Francia. Los diputados dispondrán así de un conjunto de propuestas innovadoras y vanguardistas que pueden proteger el medio ambiente al tiempo que crean empleo y aprovechan nuevas oportunidades industriales.

Mi experiencia familiar me puso en la senda del realismo, de la búsqueda de resultados tangibles e independientes de la propia ideología. Esto es aún más importante cuando la Asamblea Nacional no tiene mayoría absoluta. Tanto si eres de izquierdas como de derechas, activista industrial o verde, cada minoría debe encontrar su cuenta, desde el punto de vista social, ecológico, económico y de seguridad. Esta es otra ventaja del "Prêt à Voter".

Cuando volaba en Solar Impulse, sin ruido y sin combustible, me saltó el lado arcaico y contaminante de nuestra vida cotidiana. La aventura, ahora, debe consistir en sacar al mundo de este pasado ineficiente y llevarlo a la modernidad. Para ello, es necesario que los diputados tomen el control. ¡Les toca ser pioneros!


Publicado por primera vez en Les Echos

Escrito por Bertrand Piccard en 27 de junio de 2022

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