Opinión - 2 de noviembre de 2021

COP26: del "qué" al "cómo"

Escrito por Bertrand Piccard 4 min lectura

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LAS CUMBRES Y LOS FRACASOS DE LA COP26 Los jefes de Estado presentes en las distintas COP tardaron mucho tiempo en comprometerse a hacer algo. Hoy el objetivo está claro, pero conseguirlo está por determinar.

Anoche aterrizamos en Glasgow rodeados de zombis y esqueletos. Como si fuera necesario aumentar la atmósfera de terror de los disfraces de Halloween en las frías calles neblinosas, las colas para las pruebas de Covid me hicieron sentir como si ya hubiéramos llegado al mundo catastrófico que intentamos evitar desesperadamente. Aunque hablar de la ansiedad por el futuro lleva más a la depresión que a la acción.

La buena noticia es que los líderes políticos comprenden la amenaza que se cierne sobre nosotros. Por último. La noción de urgencia es la singularidad de esta COP26. Los plazos se acercan. Los plazos mencionados en su momento (2030, 2050) parecían lejanos a los gobernantes que ya no se imaginaban en el poder en ese horizonte. Sin embargo, ahora estamos tan afectados por las catástrofes naturales que los políticos se ven afectados durante su mandato. Ahora son juzgados, no sólo por las generaciones futuras, sino ya por sus actuales votantes.


Entonces, ¿qué significa actuar?

En las primeras COP sólo se repetían los problemas, hoy los discursos expresan el deseo de alcanzar objetivos concretos de reducción de emisiones. Sin embargo, no estoy del todo seguro de que quienes entienden el "qué" -los objetivos a alcanzar- comprendan realmente el "cómo". Y aquí es donde corremos el riesgo de perder el tiempo.

¿Por qué? Porque muchos participantes que quieren proteger los intereses de su país temen que las medidas de reducción de emisiones sean perjudiciales para su economía. Por eso pasan de puntillas cuando se trata de asumir compromisos vinculantes.

Por eso hay que cambiar la narrativa de una ecología basada en el sacrificio y del decrecimiento económico. La transición ecológica debe ser estimulante.

La multitud de soluciones económicamente rentables que ayudan a proteger el medio ambiente están ahí para demostrarlo. Hay que transmitir claramente el mensaje: la presión popular, la inminencia de los impuestos sobre el carbono, el coste desproporcionado de la contaminación, pero también las ventajas financieras de la eficiencia energética y el bajo precio de las energías renovables, no dejan ninguna posibilidad al statu quo.

El Primer Ministro indio, Narendra Modi, me ha manifestado claramente esta tarde su interés por este tipo de soluciones. En mi opinión, éstas podrían permitirle alcanzar la neutralidad del carbono antes de 2070, objetivo que anunció en la plataforma. Nicola Sturgeon, Primera Ministra de Escocia, es más ambiciosa al tener el mismo objetivo pero para 2045. Por eso, tras 3 años de colaboración, le he entregado hoy una selección de 200 soluciones, como una caja de herramientas para conciliar ecología y economía. Resulta alentador que también se haya celebrado una reunión con el Ministro escocés de Economía y Finanzas, que está tan interesado en la COP26 como el Ministro de Ecología. Los tiempos están cambiando...

Para que esta COP sea un éxito, debemos demostrar que los intereses de todos pueden converger: industriales, políticos, empresarios y activistas medioambientales. Pasar de un discurso utópico a un lenguaje ecorrealista reducirá la resistencia y permitirá alcanzar los objetivos financieros de forma que se proteja el medio ambiente y no se destruya.

Este artículo de opinión se publicó por primera vez enLa Tribuney en el diario suizoLe Temps.

Escrito por Bertrand Piccard en 2 de noviembre de 2021

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