Miembro - Slow Control

Como el acto de comer se repite cada día desde la infancia, los automatismos aparecen de forma natural. Toman el relevo durante la comida en cuanto el comensal piensa en otra cosa, está en plena discusión, sueña, escucha. En cuanto la atención está en otra parte, el automatismo toma el control. Las distintas exigencias de la vida moderna ejercen una presión sobre los estilos de vida y sobre los hábitos, que a fuerza de repetirse tienden a acelerar estos automatismos. Para muchas personas, estos automatismos se vuelven demasiado rápidos. El tiempo entre cada bocado es demasiado corto. La comida no se mastica lo suficiente. Cuando el automatismo se apodera de él, el comedor rápido es incapaz de ralentizar la comida. ¿Por qué? Simplemente porque su pensamiento está en otra parte. Ya no tiene el control. Así que, durante un cierto tiempo, comerá deprisa, comerá demasiado y masticará insuficientemente. Cuando recupere la conciencia será demasiado tarde, la comida se habrá tragado demasiado rápido y estará mal preparada para la digestión. Con Slow Control, se avisa al comensal cada vez que empieza a comer rápido de nuevo. De este modo, es plenamente consciente de lo que está ocurriendo. Mientras tenga la voluntad de comer despacio, le resultará muy fácil volver a hacerlo a un ritmo lento. Los automatismos rápidos no pueden asentarse y causar su daño. El nuevo comedor consciente puede ahora disfrutar mejor de su comida.