Miembro - Mimica

Mimica es una galardonada empresa británica de diseño cuya misión es reducir radicalmente el desperdicio innecesario de alimentos provocado por unas fechas de caducidad demasiado precavidas. El primer producto patentado de Mimica, Mimica Touch, es una etiqueta o tapa de botella biológicamente activa que se vuelve rugosa cuando los alimentos o las bebidas se estropean, en función de las condiciones reales de temperatura. El uso de Mimica Touch permite conocer la verdadera longevidad y se puede consumir durante más tiempo, de forma segura. Contiene un gel vegano que imita el estado del alimento dentro del envase, con indicadores binarios (etiqueta lisa: el alimento aún está fresco, etiqueta con bultos: el alimento no es seguro para el consumo). Nuestra exclusiva química de gel se calibra en función de los distintos tipos de alimentos y sus características de deterioro para adaptarse a los requisitos de los proveedores de alimentos. Contar con un sistema más preciso y sensible reducirá el desperdicio de alimentos y mejorará la seguridad alimentaria, y es el siguiente paso lógico desde el actual sistema de fechas impresas. Según nuestras previsiones, el uso de Mimica Touch reducirá el desperdicio de alimentos en un 50% en los comercios y en un 60% en los hogares. Esto se debe a que la prolongación de la vida útil ofrece a los minoristas más tiempo para vender y a los consumidores más tiempo para comer o beber los alimentos que compran. Basándonos en estas estimaciones y en los datos de consumo verificados por Mintel y WRAP, esperamos que Mimica evite el vertido de hasta 13,6 millones de toneladas de nuestros tres primeros grupos de alimentos (zumos, leche y carne) al año sólo en los hogares europeos. Mimica practica los principios de la economía circular sostenible. Inicialmente, nuestro producto se fabricará con material reciclado y reciclable. A medida que avancemos se maximizará la reutilización. Fabricaremos nuestros productos cerca de nuestros clientes para reducir las necesidades de transporte y apoyar las economías locales. Trabajamos en colaboración para mejorar continuamente los procesos de fabricación y reducir las necesidades energéticas. Nuestro objetivo es vender las etiquetas a un precio aproximado de 1 céntimo por etiqueta, un precio que es fundamental para conseguir escala y, por tanto, impacto. Nuestros primeros proyectos piloto de mercado se lanzarán en el tercer trimestre de 2020, tras una exitosa prueba de concepto con el sector lácteo.