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La industria textil es una gran productora de CO2, con unas emisiones totales de gases de efecto invernadero de 1.200 millones de toneladas anuales, que representan más que las de todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos. Además, si no se hace nada, será responsable del 25% de las emisiones mundiales de CO2 en 2050. Las fibras sintéticas se fabrican a partir de antiguas fuentes fósiles y están asociadas a la mayor parte de las emisiones de CO2 durante la fabricación de las prendas. Hemos desarrollado una nueva tecnología, basada en los recientes avances de la química molecular, para transformar el potente gas de efecto invernadero CO2 emitido en todas las etapas del proceso de fabricación de tejidos en nuevos tejidos sintéticos, haciendo posible alcanzar una economía verdaderamente circular para la industria. Nuestro primer material objetivo es el poliéster. Es, con diferencia, la fibra sintética más utilizada en el mundo, con más del 50% del mercado y el 40% de las emisiones de toda la industria. El poliéster se fabrica a partir de la polimerización de 2 productos químicos derivados del petróleo. Nuestra solución, en lugar de utilizar combustibles fósiles y emitir CO2, es utilizarlo como materia prima para sintetizar estas moléculas. Nuestro producto final será competitivo en precio, de alta calidad, escalable y sostenible. Es idéntico al que se utiliza hoy en día y el cambio será transparente para la cadena de suministro actual.