Noticias - 14 de marzo de 2023

Y entonces hubo (suficiente) luz

Escrito por Bertrand Piccard 2 min lectura

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A menudo me sorprende la sencillez de la innovación. Me refiero a la sencillez de la idea, no de la tecnología en sí. Por eso, cuando descubro las últimas soluciones aprobadas por la Solar Impulse Foundation y nuestros expertos independientes (¡hoy hay más de 1.450!), a menudo me avergüenzo de no haber pensado en ellas yo mismo.

Entre ellas, las más conocidas o las más utilizadas en todo el mundo compiten en ingenio para transformar en realidad una idea que sobre el papel parece obvia. El resultado es apasionante.

La solución SageGlass, por ejemplo, me fascina porque, a pesar de su extraordinaria y compleja tecnología, retoma un concepto de una sencillez desconcertante: dominar la luz natural. Si lo pensamos bien, la humanidad siempre lo ha hecho, pero de forma rudimentaria: tenemos contraventanas, cortinas, cristales oscuros en los coches, gafas de sol, ventanas orientadas al sur, claraboyas, pero también sensores de luz natural (¡algún día les hablaré de Solight, otra solución etiquetada!) SageGlass, filial de Saint-Gobain, ofrece acristalamientos electrocrómicos, es decir, acristalamientos que se matizan o aclaran en función de la cantidad de luz y calor, regulando perfectamente la temperatura interior y reduciendo así el consumo de energía: automáticamente calentamos menos cuando hace frío, climatizamos menos cuando hace calor.

Esta fue la idea que impulsó a Schneider Electric a construir su campus IntenCity en Grenoble. IntenCity, un edificio de última generación considerado uno de los más eficientes energéticamente del mundo, equipó su enorme bistró corporativo con acristalamiento inteligente SageGlass para mejorar el confort de sus 1.500 empleados in situ. La tecnología controlará perfectamente y con precisión la luminosidad necesaria para que se vea el gratin dauphinois en el plato, al tiempo que controla la temperatura, tanto en invierno como en verano. La vista sobre los Alpes también está garantizada.

Gracias a SageGlass y a otras soluciones innovadoras, IntenCity consume 37 kWh/m2 al año, frente a los 330 de media de un edificio similar en Europa. ¿Hay algo más que decir? Los retornos de la inversión son rápidos, las tecnologías están listas para su implantación, los casos prácticos se acumulan y, sin embargo, seguimos, por pereza intelectual o desconocimiento, construyendo o renovando mal? Es difícil escribir esta columna cada mes sin sentirse un poco frustrado, pero cada ejemplo me empuja a seguir convenciendo. Al final, es sólo gota a gota que la lluvia ha dado forma al Gran Cañón. Esperemos ser más rápidos.

*Este artículo procede de Les Echos/Investir, donde Bertrand Piccard escribe una columna mensual*.

Escrito por Bertrand Piccard en 14 de marzo de 2023

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