Noticias - 12 de febrero de 2020

Enfoque de febrero: Promover la sobriedad digital

Centro de datos limpio

Escrito por Tristan Lebleu 4 min lectura

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¿Cómo podemos utilizar el poder de las tecnologías digitales para acelerar la transición ecológica reduciendo su impacto en el medio ambiente?

¿Cómo ha llegado a leer este artículo? Según Google Analytics, alrededor de la mitad de ustedes han llegado aquí a través de una búsqueda en la web. Pero, ¿sabía que esta simple consulta digital emitió aproximadamente 7g de CO2?

En realidad es una cantidad de contaminación muy decente, fácilmente absorbible por un solo árbol en un día. Sin embargo, cada día Google procesa 3.500 millones de consultas de búsqueda... Y ahora esos 7 gramos de dióxido de carbono se convierten en un problema mucho mayor. Un problema conocido como "contaminación digital", y que supone el 4% de todas las emisiones de CO2, según The Shift Project. Se prevé que el problema crezca rápidamente, a medida que se produzca la transformación digital de todos los aspectos de nuestra vida.

El primer paso es reconocer el problema y su magnitud. Todo lo que hacemos con las tecnologías digitales tiene un impacto medioambiental, y las búsquedas en la web son sólo la punta del iceberg. Aunque Internet pueda parecer muy abstracto, en realidad depende de elementos muy concretos para funcionar, como cables, servidores, centros de datos, routers, por nombrar algunos... Todo este equipamiento requiere electricidad para construirse y funcionar.

Según The Shift Project, en 2020 lo digital representará el 3,3% del consumo mundial de energía. Como el mundo sigue obteniendo su electricidad mayoritariamente de los combustibles fósiles, esto significa ver vídeos a la carta, enviar correos electrónicos, subir fotos a la nube, utilizar aplicaciones o desplazarse por las redes sociales... Todas estas pequeñas cosas que hacemos a diario en nuestros teléfonos y ordenadores emiten dióxido de carbono.

Sólo unas cifras:

  • 1 correo electrónico emite 10g de CO2eq;
  • Cada día se envía una media de 294.000 millones de correos electrónicos;
  • El peso medio de las páginas web aumentó en 115 entre 1995 y 2015;
  • Ver un espectáculo de 30 minutos produce emisiones de 1,6 kg de CO2eq;
  • El streaming de vídeo online produjo 30 millones de toneladas de emisiones de CO2 (equivalente a un país como España).

La contaminación digital proviene del uso de la infraestructura informática, tanto como de la fabricación de dispositivos digitales. La energía y los recursos también son necesarios para construir el hardware: actualmente hay aproximadamente 5.500 millones de smartphones en servicio, así como ordenadores, tabletas y dispositivos IoT conectados a Internet. Se calcula que hay al menos 40 metales presentes en un smartphone, y la construcción de un ordenador portátil requiere 240 kg de combustible fósil, 22 kg de productos químicos y 1,5 litros de agua. Así que la costumbre de cambiar nuestros teléfonos, tabletas y ordenadores en cuanto aparece una nueva versión es muy perjudicial para el medio ambiente. Según Frédéric Bordage en su libro "Sobriedad digital", el 80% del gasto energético de un smartphone se produce en el momento de su fabricación, y no durante su uso. Por tanto, reparar y renovar los dispositivos antiguos puede reducir considerablemente sus costes medioambientales.

Una vez usados y tirados, estos dispositivos se convierten en residuos electrónicos (conocidos como e-waste), que contaminan el medio ambiente y pueden ser peligrosos para la salud de las personas. Cobre, plomo y estaño, oro, silicio para los semiconductores, tantalio o litio... los residuos electrónicos contienen 5 de los 6 contaminantes más peligrosos del mundo enumerados por la Cruz Verde Internacional.

Dado que el mundo es cada vez más dependiente de las herramientas digitales, debemos replantearnos seriamente el uso que hacemos de estas tecnologías y promover la "sobriedad digital", definida por el proyecto The Shift como lo siguiente: "comprar los equipos menos potentes posibles, cambiarlos lo menos posible y reducir los usos innecesarios de energía".

Los individuos y las empresas tienen un papel clave para promover la sobriedad digital gracias a comportamientos responsables. Borrar los correos electrónicos antiguos, limpiar la bandeja de entrada y darse de baja de los boletines contaminantes, limitar los receptores que se copian en los correos electrónicos, dejar de hacer consultas inútiles en las búsquedas a través de los motores de búsqueda, enviar correos electrónicos más ligeros, limitar al máximo el uso de la nube o dar prioridad a la televisión frente al streaming... Son sólo algunas de las cosas que se pueden hacer para limitar el impacto en el medio ambiente.

La tecnología también puede ayudarnos a reducir el impacto de las infraestructuras de red. He aquí algunas de las soluciones eficientes de Impulso Solar que abordan el problema de la contaminación digital:

Escrito por Tristan Lebleu en 12 de febrero de 2020

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