Opinión - 18 de julio de 2017

Desarrollo personal: suelta el lastre y cambia de altitud para vivir mejor

globo sobre las montañas
- Foto de El Breitling Orbiter 3 despega de Château-d'Oex (CH) el 1 de marzo de 1999

Escrito por Bertrand Piccard 5 min lectura

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Volar en un globo de gas nos enseña a hacer exactamente lo contrario de todo lo que hemos aprendido a hacer en nuestra vida cotidiana, y nos ofrece nuevas estrategias de innovación, creatividad y gestión de crisis.

En nuestra educación y formación se nos enseña a temer las incertidumbres, los cambios, lo desconocido, es decir, todo lo que no podemos controlar. Entonces, ¿qué hacemos? Adquirimos todas las herramientas posibles para luchar contra lo imprevisible y evitar los obstáculos. Queremos tener más poder, más velocidad, más control para ir en la dirección que hemos elegido. A veces funciona, pero mucho más a menudo la vida no nos da exactamente lo que esperábamos. ¿Con qué frecuencia nuestros sueños se hacen realidad?

En un globo, todo es diferente. No tenemos potencia, ya que no tenemos motor, ni control, ya que nos empuja el viento, y ni siquiera controlamos nuestra propia velocidad o dirección, ya que son las condiciones meteorológicas las que deciden. Es una situación de crisis permanente, ya que sabemos exactamente de dónde venimos, pero sin ninguna idea de hacia dónde vamos.

Entonces, ¿qué interés tiene? En la cesta de un globo podemos aprender algo vital: la atmósfera está formada por capas de viento muy diferentes que viajan en distinta dirección y a distintas velocidades. Esto significa que cada vez que nos empujan en una mala dirección, la única manera de salir de ella es cambiar nuestra altitud y encontrar una capa de viento que nos dé una mejor trayectoria.

En la vida, nos enfrentamos a la misma situación, porque la vida es como la atmósfera: todo a lo que nos enfrentamos -las modas, las tendencias, la bolsa, la crisis financiera, las decisiones políticas, así como los accidentes, las enfermedades y las muertes, el éxito, el fracaso, el amor, etc.-, todo es como el viento: llega a nosotros de forma totalmente imprevisible y nos empuja hacia lo desconocido. Así que si estamos acostumbrados a odiar lo desconocido, toda nuestra vida será una pesadilla.


Bertrand Piccard
Bertrand Piccard en el Breitling Orbiter 3

Debemos entender la vida como un campo experimental que debemos explorar para adquirir nuevas herramientas y nuevos recursos para ser siempre más eficientes. Sólo perderemos nuestro tiempo y energía si intentamos resistir o luchar contra lo que no podemos controlar. Debemos comportarnos como un globero y entender que nuestra única libertad y responsabilidad es cambiar de altitud con los vientos de la vida cada vez que nos enfrentamos a situaciones desfavorables. En nuestra educación, nuestra profesión, nuestra forma de comportarnos y reaccionar, incluso psicológica, filosófica y espiritualmente, debemos cambiar de altitud para encontrar otros niveles, otras influencias, estrategias, soluciones o respuestas que nos empujen automáticamente en otra dirección. Debemos estar preparados en todo momento para modificar nuestra visión del mundo si queremos dirigir nuestro destino alrededor de los obstáculos e inventar nuestro propio futuro en lugar de ser una víctima de él.

Pero cambiar de altitud con los vientos de la vida no debe entenderse como una metáfora poética. Se convierte en un comportamiento muy concreto en cuanto entendemos cómo funciona un globo; si quieres subir, tienes que volverte más ligero, y por lo tanto tienes que soltar lastre, es decir, arena, agua, reservas de comida o equipo viejo que ya no necesitas (¡si es posible sobre zonas despobladas!).

En nuestra vida, deberíamos aprender a hacer lo mismo. Tenemos mucho lastre, pero desgraciadamente aprendemos a mantenerlo a bordo. Nuestro lastre está hecho de certezas, seguridad, hábitos, convicciones, creencias, signos de exclamación, paradigmas, dogmas, suposiciones comunes, etc. Desgraciadamente, cada vez que nos enfrentamos a una crisis, intentamos sujetar este lastre en nuestras manos con toda la fuerza posible en lugar de tirarlo por la borda. Creemos que esta actitud nos hará más fuertes, pero es un error: sólo nos hace más pesados. ¿Te has dado cuenta de lo mucho que tendemos a aferrarnos a los hábitos conocidos en un periodo de crisis, en lugar de soltar el lastre por la borda?

Aprender a soltar lastre es crucial, aunque no es en absoluto lo que aprendemos a hacer en nuestra educación. ¿Qué significa soltar lastre? Analizar honestamente lo que creemos profundamente, y tratar de prever exactamente lo contrario. No quiero decir que lo contrario sea necesariamente mejor, sino que podemos ser conscientes de nuestra forma habitual de pensar y, al mismo tiempo, imaginar exactamente lo contrario. Así, no tendremos una sola opción disponible, sino todas las opciones que se encuentran entre ambos extremos. No sólo una dirección que nos mantiene prisioneros de una crisis, sino todas las soluciones que están frente a nosotros. Todas las soluciones estarán de repente a nuestro alcance. El siguiente paso será encontrar la que más nos convenga y decidir seguirla. Esta decisión activa nos hará libres. No necesariamente libres para hacerlo todo, ya que esto no siempre es posible, pero sí libres para pensar en todas las direcciones, para prever nuestro futuro de una manera más innovadora.


Bertrand Piccard
Auguste Piccard despega con el globo FRNS en el segundo ascenso a la estratosfera en agosto de 1932

Por supuesto, todo debe empezar por ser lo suficientemente honestos con nosotros mismos para comprender sobre qué base se construye nuestra visión de la situación. También significa que estamos obligados a ser capaces de admitir que existen otras formas de hacer y pensar completamente distintas a las que hemos aprendido. Y esto puede ser difícil de admitir para nuestro ego. Por lo tanto, nuestro ego debe ser considerado como un lastre adicional.

Un buen ejercicio es escuchar a alguien que tiene una opinión completamente opuesta, sin interrumpir todo el tiempo para dar nuestros propios puntos de vista. Y no sólo sin interrumpir, sino también escuchando atentamente los otros argumentos mientras pensamos en nuestro interior: "¿Qué puedo aprender de eso?" o "¿Y si esta persona tuviera razón y yo estuviera equivocado?".

Esto es válido para la política, la religión, las finanzas, las cuestiones medioambientales, la medicina, la educación de los niños, etc. Si no puedes aceptar que la opinión de las personas que tienen otra religión o partido político es valiosa, nunca podrás cambiar nada en tus propias estrategias de negocio, en tus relaciones con otras personas o en tu vida privada.

El peor error es creer que una buena estrategia o una forma de pensar que ha funcionado durante mucho tiempo seguirá funcionando siempre en el futuro. Por eso, las dudas y los signos de interrogación son más importantes que los hábitos y las certezas. Deberíamos preguntarnos regularmente: "¿En qué paradigma se basa mi estrategia?" y "¿Qué debería cambiar quizá antes de que los vientos de la vida me tomen por sorpresa y me pongan en crisis?

Si nos acostumbramos a comportarnos como lo hace el globero, ¿cómo será nuestro futuro? Como un fuego artificial. Ya no será una sola línea que nos empuje en una sola dirección. En cada momento de nuestra vida, el futuro estará hecho de todas las líneas posibles que vayan en todas las direcciones y a todas las alturas, en 3 dimensiones. ¿Y qué es la creatividad, la gestión de la crisis, el espíritu empresarial, la innovación? Es cuando aceptamos explorar el eje vertical, cambiar de altitud, vigilar y explorar cada capa en los vientos de la vida, y probar cada forma diferente de pensar y de comportarse, hasta encontrar la que va en la dirección que buscamos. Por eso la innovación llega menos con una nueva idea que tengamos que con una vieja creencia que arrojemos por la borda como lastre.

Así que tratemos de desempeñar más a menudo un papel activo en nuestro futuro en lugar de ser víctimas de nuestro destino , cambiando de altitud con los vientos de la vida.

Escrito por Bertrand Piccard en 18 de julio de 2017

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