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Los ladrillos e4E absorben carbono a lo largo de todo su ciclo de vida, desde su fabricación hasta su demolición y deconstrucción. No se queman, sino que se comprimen, lo que reduce considerablemente el consumo de energía y las emisiones. Los ladrillos se fabrican utilizando tierra excavada, que de otro modo iría a parar a los vertederos. También contienen cal, que no sólo mejora la resistencia mecánica y la durabilidad a largo plazo, sino que también absorbe el dióxido de carbono. A diferencia de la producción convencional de cal, que requiere altas temperaturas y provoca importantes emisiones de CO2, e4E utiliza un novedoso método de intercambio aniónico a baja temperatura sin emisiones directas de CO2, lo que reduce el impacto ambiental. Como el proceso de fabricación es de bajo consumo energético y los ladrillos absorben carbono durante toda su vida útil, son carbono negativos. Además, los ladrillos son totalmente reciclables: si en algún momento dejan de necesitarse, pueden triturarse y devolverse al suelo para que crezcan los cultivos.