La Alianza Mundial acude a París en busca de compartir las mejores prácticas

París se ha fijado uno de los objetivos de sostenibilidad más ambiciosos del mundo, con la intención de ser neutra en emisiones de carbono y funcionar al 100% con energías renovables en 2050. La alcaldesa Anne Hidalgo ha asumido este reto, aunque como presidenta del Grupo de Liderazgo Climático de Ciudades C40 -que conecta a más de 90 ciudades de todo el mundo, que representan a más de 650 millones de personas y una cuarta parte de la economía mundial- no es del todo sorprendente.

Las ciudades consumen más de dos tercios de la energía mundial y son responsables de más del 70% de las emisiones mundiales de CO2. Es probable que su huella crezca a medida que más y más personas se trasladen de las zonas rurales para aprovechar las oportunidades que existen en las ciudades. En 2050, dos tercios de la población mundial se habrán trasladado a vivir a las ciudades. Y no hay que olvidar que se prevé que la población mundial aumente un tercio en ese tiempo (2050).

Afortunadamente, las ciudades suelen compartir tipos de retos similares. En los últimos años, los alcaldes y líderes locales han empezado a imponerse, reconociendo tanto su responsabilidad como las oportunidades que existen para desarrollar formas de vida más sostenibles.

Por ello, trabajar con París es mutuamente beneficioso para ambos; a través de la Alianza Mundial, si podemos aportar soluciones para ayudar a París a alcanzar sus ambiciosos objetivos, demostraremos que no hay que elegir entre fortalecer la economía y proteger el medio ambiente, sino que la sostenibilidad puede ser rentable. Del mismo modo, la Alianza Mundial y sus miembros también pueden beneficiarse del laboratorio viviente en el que se convertirá París al tratar de encontrar las soluciones que funcionan, permitiendo que muchas otras ciudades se beneficien de la experiencia de París.

Cada vez se entiende mejor que la transición hacia una economía sostenible puede dar muchas ventajas competitivas, por lo que París no es en absoluto la única ciudad que intenta salir adelante. Y pueden estar seguros de que la Alianza Mundial quiere trabajar con todas las ciudades con visión de futuro para ayudarles a identificar las mejores soluciones para sus necesidades, y compartir esas soluciones más ampliamente.