Aumentar la eficiencia mediante la recarga de baja potencia de los vehículos eléctricos

En la transición de las flotas de vehículos de empresa a los eléctricos, el coste y la complejidad de la infraestructura de recarga frenan a menudo su implantación. Los wallboxes convencionales de 7,4 kW cuestan unos 1.000 euros cada uno, requieren costosas obras eléctricas e implican un mantenimiento regular, lo que dificulta su instalación a gran escala.
JCDecaux, empresa mundial de publicidad, se enfrentó a este problema al ampliar la electrificación de sus coches de empresa. Para superarlo, la empresa adoptó las tomas de carga de baja potencia EVA y ELISA: tomas compactas de 3,7 y 7,4 kW, que permiten cargar más vehículos con la misma conexión a la red
La innovación radica en la simplificación del hardware. A diferencia de las cajas de pared convencionales, los dispositivos EVA y ELISA se despojaron de la mayoría de las funciones "inteligentes" integradas (como el control de acceso, el pago o la gestión de la carga) y se trasladaron al software de supervisión basado en la nube. Esta arquitectura plug-and-play radicalmente simplificada redujo la complejidad interna, recortó los costes y disminuyó el riesgo de mal funcionamiento, sin dejar de ofrecer a los operadores acceso a funciones de administración avanzadas.

El primer despliegue de más de 30 tomas supuso un ahorro inmediato. En comparación con las cajas de pared de 1.000 euros que JCDecaux utilizaba anteriormente, las tomas EVA y ELISA (60 y 100 euros cada una) redujeron los costes en un 60% por plaza de aparcamiento, una vez incluidos los trabajos eléctricos. El ahorro no sólo procedía de un hardware más barato, sino también de un 30% menos de obras eléctricas.
El ahorro en mantenimiento fue igualmente significativo. Al evitar estos gastos, JCDecaux ahorró entre 5.000 y 7.000 euros en costes de mantenimiento durante el proyecto piloto, y espera ahorrar unos 5.000 euros anuales en el futuro.